Trabajo digital: una migración nada sencilla
Los trabajos digitales eran comunes, pero a raíz de la pandemia del Covid-19, se masificaron con muchísima rapidez. Ante eso, de golpe y porrazo, muchas personas se vieron en la obligación de estar teletrabajando de un momento a otro, sin vivir ninguna etapa de adaptación, lo que implicó un fuerte golpe .
Por supuesto, esta migración estaba mediada totalmente por la necesidad. Profesores que nunca se habían planteado ver clases virtuales, lograron dar clases virtuales en poco tiempo, pero para algunos, esto fue muy difícil. Entonces, ¿cómo superar esa dificultad inicial para consolidar un sistema sostenible a largo plazo?
La adaptación
El problema principal de esto vino a partir de la casi nula fase de adaptación que la pandemia generó. No hubo mayor instrucción hacia todo el personal de trabajo, en especial para aquellas personas mayores que trabajan más con virtualidad.
La sostenibilidad se logra, en primera instancia, con formación. No importa que ya vayan dos años de pandemia: todos los profesores, los empleados, los estudiantes, los invitados, entre otros, deben saber manejar con solidez las plataformas de videoconferencias.
Para lograrlo, es imperativo que las empresas financien cursos de adaptación, donde haya espacio para el ensayo y error. Esta será la única forma de dejar de tener problemas a largo plazo con la habilidad de los trabajadores,
Las redes
No, no es lo mismo tener una red de unos pocos mbps para usarla por las noches para actualizar las aplicaciones de mensajería instantánea, que las redes que necesitan tener videoconferencias 8 horas al día, sumado a streaming, clases de los niños y otras actividades de ocio. Y estas redes de Internet podían ser las mismas, solo que una pre pandemia y otra post pandemia.
Ante eso, la siguiente inversión que hay que hacer para migrar exitosamente al trabajo digital es contar con redes de Internet de alta velocidad que, además, tengan una conexión estable, bien sea a través de cable Ethernet o de WiFi.
Muchos empleados no tienen los recursos para costear por su propia cuenta estos elementos, por lo que se hace imperativo que las empresas actualicen su infraestructura si aspiran a que el empleado se mantenga fijo trabajando a través de Internet. Estos gastos se traducirán en rentabilidad a futuro.